La Cancillería precisó a la prensa que las fuerzas francesas que están allí responden a un pedido de las autoridades legítimas del país, sobre la base de acuerdos firmados con ellas para luchar contra el terrorismo.
Alrededor de mil 500 uniformados galos se encuentran en Níger como parte de la operación Barkhane desplegada en el Sahel, pese a que la junta militar en el poder desde el 26 de julio considera indeseable esa presencia.
Las tensiones escalaron desde entonces entre París y Niamey, con acusaciones mutuas y denuncias del interés de Francia en mantener el control de recursos estratégicos como el uranio y el oro de su otrora colonia de África occidental.
El gobierno francés reiteró hoy que suspendió su cooperación civil y militar tras la asonada e insistió en que desconoce las decisiones de la junta, la cual cuenta con el apoyo de sectores populares que exigen el fin de la injerencia extranjera y de la explotación de los recursos nacionales.
A principios de mes fueron evacuados casi 600 franceses de Níger por la vía aérea.
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