En una breve ceremonia, el mandatario rindió homenaje a la resistencia anti-fascista y a quienes protagonizaron el desembarco aliado en Provence.
La intervención de Macron no cumplió las expectativas de los que la consideraron una antesala del regreso la próxima semana a la labor gubernamental, después del descanso en Fort de Brégançon, situado en el Mediterráneo en la propia Bormes-les-Mimosas.
El jefe de Estado prefirió enviar un mensaje a los jóvenes, evocando el patriotismo y el legado de los que en la Segunda Guerra Mundial lucharon por recuperar la independencia y derrotar a la Alemania nazi.
En ese sentido, llamó a responder al idealismo y a la esperanza de la juventud.
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