Esa zona -en el primer caso- está relacionada con la toma de decisiones y el incumplimiento de las normas, subraya la revista Nature Communications.
La materia gris es el tejido cerebral que procesa la información y contiene todas las neuronas del órgano. Aunque el desarrollo cerebral continúa en la edad adulta, su crecimiento alcanza el máximo antes de la adolescencia.
Una menor cantidad de materia gris en el cerebro anterior izquierdo podría reducir la función cognitiva y provocar desinhibición, que traería consigo un comportamiento impulsivo y transgresor de las normas sin considerar las consecuencias.
También al perpetuarse este hábito dañino, la materia gris del lóbulo frontal derecho se contrae y afecta la forma en que se busca y gestiona el placer, puntualizaron los expertos.
“Una menor cantidad de ella en el córtex prefrontal izquierdo se asoció con la búsqueda de novedades, sobre todo con el comportamiento desordenado y el incumplimiento de las normas, mientras que un menor volumen de materia gris en el córtex prefrontal derecho se relacionó únicamente con la búsqueda de sensaciones”, argumentó la fuente.
La pérdida de materia gris se produce en todas las personas a medida que envejecen, pero los que fumaban desde los 14 años como los que lo hacían desde los 19 presentaban una pérdida excesiva en el lóbulo frontal derecho.
mem/joe