Por Orlando Oramas León
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Uruguay
Es una realidad y todo un desafío que conoce de cerca el director de Inversión Extranjera (IE) del Ministerio cubano de Comercio Exterior (Mincex), Carlos Luis Jorge Méndez, quien conversó en exclusiva con Prensa Latina luego de exponer en esta capital la carpeta de oportunidades de negocios que ofrece su país.
Fue en el salón Islas Malvinas de la sede aquí de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), donde el directivo cubano disertó ante empresarios y embajadores acreditados en Uruguay.
El cerco estadounidense afecta nuestras transacciones financieras, el acceso a fuentes financieras y proveedores externos, además de exacerbar dificultades para utilizar vías logísticas comerciales, dijo el funcionario a Prensa Latina.
Refirió que en el entramado legislativo del bloqueo estadounidense hay medidas “directamente enfocadas a desestimular que empresas extranjeras tengan negocios con Cuba”, las cuales se han utilizado para castigar e incluso amenazar a compañías y empresarios con intereses de inversión en la nación antillana.
El representante cubano denunció que su país enfrenta una etapa recrudecida del cerco, con la aplicación de más de 240 medidas decididas en los días finales del gobierno del presidente Donald Trump y mantenidas intactas por el actual primer mandatario de EEUU.
Mencionó la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, con la pretensión manifiesta de amedrentar a potenciales inversionistas bajo la intimidación de verse involucrados en demandas ante cortes judiciales de aquel país.
INVERSIONES PARA EL DESARROLLO
Aun en tales condiciones, Cuba prioriza la atracción de IE como factor indispensable en su plan nacional de desarrollo económico y social trazado hasta el 2030.
Resulta para la economía cubana un soporte al incremento de las exportaciones, sustitución efectiva de importaciones, acceder a modernas tecnologías, establecer encadenamientos productivos e impactar en territorios de menor nivel económico.
Según el director del Mincex, la cartera de oportunidades de IE promueve cientos de proyectos, aunque prioriza en sectores y actividades de mayor prioridad: la producción de alimentos; el turismo, incluido el de salud; el electroenergético, con énfasis en el desarrollo de las fuentes renovables de energía.
También la exploración y explotación de hidrocarburos, la minería, construcción y el mejoramiento de infraestructuras industriales, y las llamadas industrias intensivas del conocimiento, como las vinculadas a la farmacéutica y la biotecnología, donde Cuba atesora talento, conocimientos y resultados reconocidos internacionalmente.
Además, apuntó, se abrió a la inversión foránea en el comercio mayorista y minorista.
La carpeta del Mincex no excluye la posibilidad de evaluar oportunidades de negocios en otras áreas. Acotó que solo en los rubros de servicios básicos a la población, y extracción minera Cuba se reserva por definición la participación mayoritaria.
También comentó que se fomenta la intervención de cubanos residentes en el exterior en el proceso inversionista nacional, en un escenario donde creció el sector no estatal de la economía y fueron autorizadas unas ocho mil pequeñas y medianas empresas y cooperativas en los últimos dos años.
En Cuba funcionan más de 300 negocios con participación de inversión foránea en tres modalidades: empresas mixtas, las de capital totalmente extranjero y los contratos de asociación económica internacional.
Carlos Luis Jorge significó que el 70 por ciento de las capacidades hoteleras están bajo administración extranjera, y compañías del exterior intervienen en la exportación de minerales; la producción y exportación de rones; comercialización del tabaco; la exploración petrolera y la generación de electricidad.
La nación caribeña extrae y exporta níquel, cobalto, plomo y zinc de conjunto con empresas foráneas; hay firmas internacionales que son propietarias de parques solares fotovoltaicos en el territorio nacional.
Cuba tiene negocios con compañías de más de 40 países y atraído unos 10 mil millones de dólares de inversión extranjera en los últimos años, una cifra que debería ser mayor de acuerdo a las necesidades de la economía, consignó.
GARANTÍAS AL INVERSIONISTA
Según el entrevistado, la Ley de Inversión Extranjera, cual expresión de la voluntad del Estado cubano, garantiza que los beneficios concedidos a los inversionistas extranjeros y a sus aportes se mantengan durante todo el período acordado entre las partes.
Esas inversiones gozan de plena protección y seguridad jurídica refrendados por la Constitución de la República, los tratados internacionales suscritos por Cuba y la legislación vigente, subrayó.
“Las IE son protegidas contra reclamaciones de terceros que se ajusten a derecho o a la aplicación extraterritorial de otros Estados, conforme a las leyes cubanas y a lo que dispongan los tribunales del país”, enfatizó en referencia directa a la aplicación por Estados Unidos del Capítulo III de la Ley Helms-Burton.
El Estado cubano garantiza la libre transferencia al exterior en moneda libremente convertible, sin pago de tributos y otro gravamen, de los dividendos o beneficios que obtenga el inversionista extranjero, concluyó Jorge Méndez.
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