A raíz de la activación por canícula de la alerta máxima (nivel rojo) en cuatro departamentos sureños, el titular mostró en declaraciones a la prensa confianza en que «vamos a resistir».
Estamos preparados para este tipo de evento, dijo el funcionario en medio de las preocupaciones por las altas temperaturas y su impacto en los seres humanos.
La ola de calor que comenzó el pasado jueves es la más fuerte del verano y como cada episodio de su naturaleza en las últimas dos décadas, recuerda la canícula de 2003, a la que se atribuyen 15 mil muertos.
En total, suman 50 departamentos con un nivel alto de vigilancia, 46 en naranja y Ardèche, Drôme, Haute-Loire y Rhône, en rojo.
De acuerdo con Rousseau, el Gobierno evalúa a diario la situación, en aras de elevar la alerta donde sea necesario.
El llamado de las autoridades es a mantenerse hidratados y sobre todo a atender a las personas vulnerables.
La víspera, se reportaron récords absolutos de temperatura en diversas ciudades y comunas, entre ellas 42,1 grados centígrados en Vinsobres y 41,7 en Puy-Saint-Martin, en la parte suroriental.
npg/wmr