Alberto Blanco, apodado como Xiao Bai o «Pequeño Blanco», fue el ganador del certamen Puente Chino a nivel nacional en la isla caribeña y ahora llega al gigante asiático para participar en la final del evento, seguida por más de 100 millones de espectadores extranjeros.
“El concurso consta de varias fases: hay rondas de preguntas de conocimientos, un momento artístico durante el cual recitaré un poema de Li Bai, quien es considerado el poeta romántico más importante de la dinastía Tang (618-907d.C.), y también cantaré una canción”, explicó a Prensa Latina.
Blanco se prepara además para ofrecer un discurso sobre la Iniciativa china de la Franja y la Ruta lazanda en 2013, todo esto en el chino más perfecto que pueda lograr.
“Es un concurso muy difícil, los demás competidores están muy bien preparados, cada uno representa a un Instituto Confucio de sus respectivos países”, comentó.
Puente Chino se realiza desde el año 2002 y a través del tiempo ha propiciado el acercamiento a los grandes cambios experimentados por el país desde entonces.
La edición de 2023 se celebra en la región autónoma sureña de Guangxi, la cual alberga la mayor población de minorías étnicas del gigante asiático, allí vive el pueblo zhuang que constituye el 32 por ciento de la población china.
“Desde su inauguración en 2002 el concurso ha ganado adeptos en la medida en que las transformaciones de esta nación también se han hecho evidentes y el mundo ha tomado conciencia de la importancia de conocer cada vez mejor su cultura y modelo”, comentó el joven universitario que estudia cuarto año de Relaciones Internacionales en La Habana.
De hecho, según datos oficiales más de un millón 400 mil estudiantes de más de 150 países participaron hasta la fecha en la competencia anual Puente Chino, de ellos alrededor de cuatro mil 200 alcanzaron las finales mundiales en China.
“En mi caso me he sentido muy atraído por la cultura de este país desde pequeño, cuando tuve que venir a vivir para acá por el trabajo de mis padres, eso me permitió estudiar en escuelas aquí y aprender el idioma que luego fui perfeccionando”, señala Blanco.
Su deseo es mejorar la posición alcanzada por Cuba en este mismo certamen en 2019, cuando otra estudiante quedó entre las 10 mejores del mundo; sin embargo, nos enfatizó que participar en la final ya es un orgullo para él y su familia.
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