De esta manera, el Ministerio de Exteriores responde a los incidentes acontecidos frente a las sedes diplomáticas de Ankara en Copenhague y La Haya, hechos catalogados como ataques viles carentes de justificación.
Según fuentes diplomáticas citadas por la agencia de noticias oficial Anatolia, las autoridades turcas manifiestan continuamente críticas respecto a esos sucesos, que también generaron protestas en otros países de mayoría musulmana.
En junio último el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó lo ocurrido en la capital de Suecia referido también a la quema del Corán, situación considerada como un nuevo obstáculo en el proceso de adhesión del país escandinavo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En esa oportunidad Salwan Momika, un iraquí residente en esa urbe, cometió tal acto, el primero de su tipo autorizado por la Policía local en varios meses, presuntamente con el objetivo de frenar la incorporación de Estocolmo a la 0TAN pendiente de la aprobación de Türkiye y Hungría.
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