Temprano en la mañana de este martes el mandatario y la delegación que lo acompaña depositaron una ofrenda floral ante el túmulo donde estuvieron los restos mortales del general Raúl Díaz Argüelles, quien fuera el primer jefe en dirigir la misión militar cubana en este país.
En el cementerio del Alto de las Cruces, en Luanda, recordaron al combatiente cubano, quien murió el 11 de diciembre de 1975, cuando el transportador blindado en el que se trasladaba hizo contacto con una mina antitanque.
Con este tributo el jefe de Estado recordó a los dos mil 85 combatientes que ofrendaron sus vidas junto al pueblo angoleño, además de otros 204 que murieron mientras realizaban tareas civiles.
Posteriormente la comitiva visitó la escuela Angola -Cuba, en el municipio capitalino de Cazenga, uno de los más populosos de la provincia.
El centro, construido por manos cubanas en 1976 y donde laboraron también profesores de la isla, actualmente está remozado gracias al Plan Integrado de Intervención Municipal.
Díaz-Canel expresó sentirse satisfecho por el estado de preservación de la institución, a la cual donó una colección de enciclopedias y en cuyo patio plantó una palmera como recuerdo.
En diálogo con algunos de sus poco más de tres mil estudiantes, el mandatario los alentó a continuar preparándose, además de compartir con ellos las raíces históricas de los lazos indestructibles de amistad entre los dos países.
El pueblo cubano quiere mucho al pueblo angoleño y lo admira por ser trabajadores y heroicos, dijo el presidente, quien admiró las instalaciones de la escuela pública que cuenta con laboratorio de ciencias naturales y de computación para el primer ciclo de la educación secundaria.
Con enorme satisfacción hemos apreciado en este centro educacional cómo se trabaja para lograr una formación integral y de calidad de sus alumnos, escribió el jefe de Estado en libro de visitantes.
“Este centro es símbolo de la indestructible amistad entre Cuba y Angola”, añadió.
Danzas folclóricas y música cubana se dieron las manos en la bienvenida al dirigente cubano, catalogada por miembros de la delegación como una hermosa acogida llena de buenos sentimientos.
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