La norma también limita el uso de viviendas con fines turísticos o y aboga por el fin de los permisos de residencia a cambio de inversiones.
Rebelo de Sousa explicó en un comunicado que la reforma parte de un discurso demasiado optimista, y puso en duda la credibilidad de la ley en términos de ejecución a corto plazo.
En una carta dirigida a la Asamblea Nacional, el mandatario luso expuso una mayor implicación de las administraciones públicas en la construcción de viviendas y apuntó que medidas como esas tienen más de gesto simbólico que de beneficio social tangible.
Por su parte, representantes del Partido Socialista de Portugal informaron que harán valer de nuevo su mayoría absoluta en el Parlamento para sacar adelante el plan que ya fue puesto a votación en julio pasado.
El líder del grupo socialista en la Asamblea, Eurico Brilhante Dias, confirmó que su fracción volverá a votar por el texto sin cambios, al margen de que respetan la disconformidad política expresada por el jefe de Estado.
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