Es un alto honor y un privilegio, sostuvo, participar en una cumbre del grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un mecanismo de integración que abre esperanzas sobre el fortalecimiento del multilateralismo, que hoy resulta tan urgente como imprescindible para el destino mismo de la Humanidad.
Asisto a este diálogo, afirmó, con la enorme responsabilidad que representa para Cuba presidir el Grupo de los 77 y China, la más amplia y diversa agrupación de naciones en desarrollo.
Somos 134 países, recordó, dos tercios de los miembros de la ONU, donde vive casi el 80 por ciento de la población del planeta, enfrentando los desafíos colosales de un mundo cada día más desigual, en el que se han multiplicado la exclusión y la pobreza después de dos años de pandemia, seguidos de dramáticos conflictos.
El G77+China y los Brics, sostuvo Díaz-Canel, tenemos la responsabilidad y la posibilidad de actuar por un cambio del actual injusto orden mundial.
No es una opción; es la única alternativa, resaltó.
Dado la creciente autoridad del grupo Brics en la escena internacional, manifestó, el G77+China no duda en dar la bienvenida a su ampliación, que contribuirá a reforzar su relevancia mundial y representatividad global.
En sus palabras, el presidente recordó como la transformación real de la actual arquitectura financiera internacional, que calificó de profundamente injusta, anacrónica y disfuncional, es un reclamo histórico tanto del G77+China como del Brics.
En ese aspecto, resaltó, el Nuevo Banco de Desarrollo creado por los Brics puede y debe convertirse en una alternativa frente a las actuales instituciones financieras, que han aplicado por casi un siglo, recetas draconianas para lucrar con las reservas del Sur y reproducir sus esquemas de sometimiento y dominación.
Seguramente, dijo, la extensión de ese mecanismo (de reserva de monedas extranjeras de base amplia, que pueda garantizar certidumbre y estabilidad al Sur) a otros países, contribuiría a paliar los desequilibrios del sistema monetario actual.
El establecimiento de líneas de crédito mutuas en monedas locales por los bancos de las naciones Brics y la posibilidad de crear una moneda única para sus operaciones, añadió, son también iniciativas que pudieran aplicarse en las relaciones con otros países en desarrollo.
Ello puede reducir el abusivo monopolio de la moneda estadounidense, que refuerza y garantiza una hegemonía dañina para el resto del mundo, resaltó Díaz-Canel.
En materia de cambio climático, prosiguió, enfatizamos en el valor estratégico de la coordinación efectiva entre los Brics y el G77+China, para salvaguardar el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas en la implementación de la Convención Marco y el Acuerdo de París.
De otro lado, el desarrollo científico-técnico, recordó, está hoy monopolizado por un club de países que acaparan la mayoría de las patentes, las tecnologías, los centros de investigación, y promueven el drenaje de talentos de nuestros países.
El G77+China y los Brics deben y pueden, manifestó, hacer más para cambiar esa situación y en ese espíritu.
Sobre el tema, dijo, Cuba ha convocado a una Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del Grupo de los 77 y China sobre ciencia, tecnología e innovación como premisa para el desarrollo, para el venidero septiembre en La Habana.
Ahí los esperamos, anunció a los presentes, líderes de 65 naciones.
Creemos firmemente en el poder de la unidad en la diversidad y en que es la hora de actuar unidos en defensa de históricos reclamos que, por no ser atendidos a tiempo, han multiplicado los problemas que enfrentan nuestras naciones hoy. Para avanzar hacia un futuro más justo y sostenible, el momento de la acción colectiva no es mañana. Es ahora, enfatizó.
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