Pedimos la adopción de medidas para garantizar una investigación transparente sobre las denuncias de violaciones de los principios de no devolución y no discriminación y del derecho a la vida que involucran a agentes del orden griegos, afirmaron en un comunicado.
Expresaron su preocupación por el hecho de que Grecia no haya proporcionado asistencia rápida y eficaz a los inmigrantes irregulares, así como un desembarco seguro y una recepción adecuada de los inmigrantes.
La declaración recordó informes de que 12 solicitantes de asilo que huían de la guerra, los cuales fueron detenidos por hombres enmascarados, despojados de sus pertenencias y llevados por la fuerza al puerto de Mitilene en Lesbos en abril pasado.
Tras el incidente, los funcionarios de la ONU exigieron a Atenas información detallada sobre las acusaciones de violaciones y abusos de los derechos humanos.
La violencia, que fue capturada en vídeo, verificada y reportada por los medios de comunicación, expuso la exclusión racista y la crueldad de las prácticas de protección de fronteras de Europa, agregaron.
En la declaración se enfatizó que, mientras la investigación está en curso, hay evidencia creciente de una política deliberada y coordinada de retorno forzoso y otras prácticas deshumanizantes de control fronterizo por parte de Grecia.
Señalaron, que el papel del racismo sistémico en el tratamiento de los solicitantes de asilo debe abordarse en cualquier revisión significativa de estas prácticas.
También pidieron a Grecia que cumpla con los Principios y Directrices recomendados sobre derechos humanos en las fronteras internacionales y el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.
Los expertos subrayaron que estas expulsiones también son contrarias a la recomendación del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, que pide a los Estados garantizar que los no ciudadanos no sean sometidos a expulsiones colectivas.
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