Más de una docena de mezquitas fueron atacadas entre enero y junio, y decenas de musulmanes agredidos físicamente o verbalmente en la calle o en lugares públicos, mientras diecisiete personas resultaron heridas en estos ataques, destacó la televisión local.
El ministerio del Interior alemán publicó las cifras en respuesta a una pregunta parlamentaria del opositor Partido de Izquierda.
Según la información proporcionada por la cartera, los casos incluyeron crímenes de odio, cartas amenazadoras, agresiones verbales y físicas, vandalismo o daños a la propiedad.
Unos 124 de estos casos se notificaron entre enero y marzo de este año, y otros 134 se registraron entre abril y junio.
Si bien se abrieron investigaciones penales contra varios sospechosos, hasta el momento no se han realizado arrestos, indicaron funcionarios del ministerio del Interior.
La mayoría de los crímenes se cometieron en los estados del este de Alemania, bastiones tradicionales de los partidos de extrema derecha, según las cifras.
Pero también se registraron decenas de crímenes de odio islamófobos en la capital, Berlín, y en las ciudades occidentales de Colonia, Frankfurt y Munich.
Alemania fue testigo de un racismo y una xenofobia crecientes en los últimos años, alimentados por la propaganda de grupos de extrema derecha, antisemitas y antimusulmanes, incluido el partido de oposición Alternativa para Alemania o AfD.
El pais de más de 84 millones de habitantes, tiene la segunda población musulmana más grande de Europa occidental después de Francia.
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