La muestra que cerrará el próximo 5 de septiembre, constituye un recorrido por la obra del creador, considerado uno de los más importantes artistas de la plástica de la isla caribeña, autor de más de 130 pinturas entre retratos al carbón, óleos, grabados y otras técnicas.
Artista prolífico, de academia, de la cual luego hizo una verdadera escisión para romper paulatinamente con los cánones eruditos, ese fue Cabrera, aunque sus estudios hayan sido en la escuela de Bellas Artes San Alejandro, según la máster Rosemary Rodríguez, estudiosa de su vida y obra.
Cabrera se nutrió de la savia de Pablo Picasso, quien constituyó la mayor influencia en su trabajo, explicó la especialista hace unos meses la experta en la I Conferencia Internacional sobre Patrimonio.
A través de todas sus etapas creativas, este artista navegó bajo el influjo del Picasso de los períodos azul, rosa y Neoclásico, viajó por España, Italia y Grecia, visitó por primera vez México y América Central, y hasta allí llegó su producción.
De Servando Cabrera fue la gran casa de Bellas Artes, expresó también la curadora de la muestra retrospectiva “La memoria de los borrados”.
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