De acuerdo con el portavoz, el gobierno francés sigue con mucha atención a la evolución de los acontecimientos en el país de África occidental, donde militares separaron del cargo al presidente Ali Bongo, tras su reelección el sábado, comicios que anularon.
Por su parte, la Cancillería pidió a los ciudadanos franceses en Gabón, en particular en la capital Libreville, mantenerse atentos a la situación y evitar salidas innecesarias a la calle.
Líderes opositores como la diputada y ex candidata presidencial Marine Le Pen (extrema derecha) reclamaron relaciones justas entre Francia y África, continente en el cual la otrora metrópoli mantiene intereses económicos significativos, entre ellos en el sector de la explotación minera.
“Es imperativo reorientar la política africana de Francia hacia una cooperación respetuosa de los pueblos y de la soberanía (…)”, subrayó en esta capital.
En su cuenta en X (antiguo Twitter), la máxima figura de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, afirmó que “Gabón solo pudo deshacerse de su marioneta presidencial por la intervención de sus militares”.
“Macron habrá comprometido, una vez más, a Francia al apoyar lo insoportable hasta el final. Los africanos están pasando página”, opinó.
Esta tarde, el grupo minero francés Eramet anunció que retomaba progresivamente sus actividades en el país africano, después de suspenderlas en la mañana por razones de seguridad ante el golpe liderado por el jefe de la Guardia Republicana, general Brice Oligui Nguema, designado “presidente de la transición”.
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