Presentado como un encuentro de amplia iniciativa política del mandatario para abordar prioridades y discutir sobre la cohesión nacional, el foro con sede en la Casa de Educación de la Legión de Honor de Saint-Denis, en la Región Parisina, culminó al filo de las 03:00, hora local, de esta madrugada, y las reacciones no se hicieron esperar.
Por el oficialismo la reunión a puertas cerradas recibió calificativos de fructífera y de gran momento, mientras en las filas opositoras las consideraciones abarcaron desde el escepticismo hasta la decepción.
En espera de detalles más precisos acerca de las discusiones, que también incluyeron la convulsa situación internacional, resalta la posibilidad de que se celebre una conferencia social con el tema del salario en la agenda, en un contexto marcado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo por los franceses.
Los protagonistas del encuentro fueron, de un lado el Presidente de la República, y del otro los dirigentes Fabien Roussel (Partido Comunista), Olivier Faure (Socialista), Manuel Bompard (La Francia Insumisa), Marine Tondelier (Europa Ecologista Los Verdes), Éric Ciotti (Los Republicanos) y Jordan Bardella (Agrupación Nacional).
Según el portavoz gubernamental, Olivier Véran, lo sucedido en las últimas horas “bien pudiera marcar la historia política, dígase democrática de nuestro país”, un entusiasmo para nada compartido por la inmensa mayoría de los interlocutores de Macron.
El vocero oficialista comentó a la cadena Franceinfo la importancia de que personas que no hablan entre sí e incluso se enfrentan, compartiesen durante tanto tiempo para conversar en torno a sus acuerdos y desacuerdos.
No parece estar en duda el carácter abierto, franco y cordial del dilatado intercambio de opiniones, pero desde la izquierda llovieron las críticas a lo sucedido.
De acuerdo con Faure, el primer secretario de los socialistas, la conferencia social sobre los salarios fue la única propuesta de la izquierda que no fue “borrada” por el mandatario.
Por su parte, la líder de los ecologistas mostró decepción y el coordinador de La Francia Insumisa tildó la reunión de “12 horas en el planeta Marte”, ambos criterios expresados en la red social X, otrora Twitter.
A propósito del encuentro, el líder comunista Roussel declaró a RTL esta mañana que fueron muchos los dirigentes que manifestaron a Macron el impacto negativo de su reforma de la jubilación, iniciativa considerada de ruptura social.
Al resumir lo ocurrido, el representante de la extrema derecha, Bardella, dijo a la prensa que “no hay conclusiones de momento”, e insistió en la propuesta de Agrupación Nacional de realizar el año próximo un referendo sobre inmigración.
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