La polémica decisión, rechazada por algunos sectores de la sociedad, centra la atención de “la rentrée scolaire” (regreso a clases), pese a desafíos como el no completamiento de la plantilla de profesores, con datos oficiales que reflejan unas tres mil plazas de maestros por cubrir, y el acoso en los establecimientos docentes.
El ministro de Educación Nacional, Gabriel Attal, anunció a finales de agosto la medida de la prohibición del uso de la abaya y del kamis (ropa larga masculina) con el argumento del respeto a la condición de laico del Estado francés, lo cual generó acusaciones de postura antimusulmana.
De acuerdo con el funcionario, 513 centros escolares son particularmente concernidos por la decisión, cuyos directores recibieron la indicación de dialogar con los estudiantes que no puedan entrar a las aulas y sus familiares.
En declaraciones a la cadena RTL, Attal adelantó que próximamente se presentarán soluciones al tema del uniforme.
Asimismo, aseguró que cada aula tendrá un profesor delante y ratificó la cruzada contra el acoso escolar, esto último devenido prioridad de su gestión.
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