De acuerdo con la información facilitada 163 servicios de emergencia, repartidos por la mayor parte de las provincias, se vieron afectados por la falta de personal, por lo que debieron cerrar en alguna ocasión durante el verano.
A ello se sumó la inactividad temporal del 70 por ciento de los vehículos de urgencias y reanimación (SMUR), cuya dotación es de un médico, un enfermero y un conductor, debido igualmente a la falta de recursos humanos.
Según el sindicato estas unidades “se han convertido en una variable de ajuste” para gestionar la escasez de personal sanitario, y en algunas provincias los equipos médicos de los vehículos fueron sustituidos por un único enfermero, lo que “pone en peligro la seguridad de los ciudadanos”.
En el comunicado se demandó reformas estructurales profundas, asegurando que el deterioro del acceso a la atención de urgencia en Francia no puede continuar por más tiempo.
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