Desde entonces aproximadamente 90 personas regresaron mientras tras otras 105 murieron.
Esto significa que alrededor de 100 neerlandeses todavía se encuentran en la región, según estima el servicio de inteligencia.
Muchos de ellos se encuentran en campos de refugiados sirio-kurdos o en centros de detención en el noreste de Siria, y unos 25 son miembros directos de grupos radicales.
Estas cifras no incluyen a los niños.
Según los servicios de inteligencia hay alrededor de 150 niños en la región, al menos uno de cuyos padres tiene ciudadanía de Países Bajos.
Unos 90 niños regresaron a su tierra natal y unos 30 murieron.
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