En el más reciente Consejo Nacional de Innovación, celebrado en el Palacio de la Revolución, el mandatario cubano significó que se trata de un tema muy necesario para el país y que entraña repercusiones en los órdenes político-ideológico, económico y social.
Durante el diálogo con los expertos, el jefe de Estado detalló que actualmente los paradigmas de transiciones a nivel mundial los están poniendo los países del primer mundo, desde conceptos neoliberales, ante ese escenario se preguntó : ¿cómo los países del Sur llegarán a esas tecnologías?.
El Grupo Nacional de Universidades para las Fuentes Renovables de Energía y la Eficiencia Energética (GNUFRE), propuso una Política para la Transición Energética de Cuba, que conforma una estrategia para alcanzar, de forma segura y sostenible, la satisfacción de la demanda de energía en la isla.
La Política, dijo Díaz-Canel, tiene una concepción más amplia, porque están incluidos los componentes ambientales, económicos, sociales, tecnológicos, con un enfoque de desarrollo sostenible. Agregó que esta mirada tiene que ser apoyada necesariamente por la innovación.
El mandatario abogó por un trabajo que dé seguimiento a lo discutido, para conformar ya un primer proyecto que sea visto en las instancias necesarias y pueda transitar hasta la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento).
En el encuentro trascendió que para lograr ese objetivo se necesita la participación de la sociedad, el apoyo de múltiples organismos y sistemas empresariales, la articulación con los gobiernos territoriales y la integración entre expertos de universidades cubanas.
El coordinador del GNUFRE, doctor Manuel Alejandro Rubio, señaló que la actual situación del país es compleja, pero ello no puede impedir que se piense en un futuro para la matriz energética con herramientas y con ciencia.
Sobre la política propuesta, manifestó que resulta mucho más integral, más abarcadora, e incluye a todos los sectores de la sociedad, además de asignar papeles y metas al resto de los sectores como el empresarial, de los servicios, de la agricultura y el residencial
Agrega que también se enfoca en acciones para alcanzar esa transición a largo plazo -hacia el año 2050-, entre las cuales se encuentran la financiación, el papel de la comunicación, de la innovación, y la educación con miras a ese cambio.
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