El anuncio llegó horas después de que el gobierno de Rabat limitara la colaboración y la intervención de equipos de rescate a solo cuatro países: España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
La jefa de la diplomacia francesa evitó polemizar sobre esta decisión, consideró que “la evaluación de las necesidades sobre el terreno” realizada por las autoridades marroquíes concluyó en que “una falta de coordinación podría ser contraproducente”, y añadió que otras ofertas podrían ser aceptadas en el futuro «si las necesidades cambian».
“Marruecos es un país soberano y le corresponde organizar la ayuda”, señaló Colonna, y dejó claro que el país no había «rechazado ninguna ayuda», en particular de París, negando cualquier «disputa» con Rabat.
A pesar de que las relaciones entre Francia y Marruecos se encuentran paralizadas desde que el presidente francés Emmanuel Macron buscó estrechar lazos con Argelia, y no hay embajador marroquí en París desde hace meses, la ministra aseguró que “se siguen manteniendo todos los contactos a todos los niveles”.
Los equipos de rescate intensificaron la búsqueda de supervivientes que pudieran permanecer bajo los escombros en la ciudad turística de Marrakech, en el suroeste del país, tras el terremoto de magnitud 7 que tuvo lugar el viernes, siendo el más potente jamás medido en Marruecos.
Al menos dos mil 122 personas murieron y dos mil 421 resultaron heridas, según el último balance publicado en la tarde de ayer por el Ministerio del Interior de Marruecos, aunque es probable que la cifra aumente en próximos días.
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