El G-77 fue creado el 15 de junio de 1964 a raíz de la “Declaración Conjunta de los Setenta y Siete», emitida al final del primer período de sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), celebrada en Ginebra.
Entre los países fundadores se encuentran la India y Bolivia junto con otras 75 naciones, todas integrantes del Movimiento de Países No Alineados, organización que reunía a estados en desarrollo que no se alineaban con ninguna de las potencias de entonces.
Posterior a la creación del grupo, un titular del semanario londinense Sunday Observer lo aclamó como el fenómeno más importante del período de la posguerra. Fue la primera organización intergubernamental en agrupar a países en desarrollo del hemisferio sur en aras de promover los intereses colectivos.
La primera reunión ministerial del Grupo de los 77 se desarrolló del 10 al 25 de octubre de 1967 en Argel, Argelia. Allí se adoptó la “Carta de Argel”, estructura institucional permanente que condujo a la creación de los capítulos del G77 con oficinas en distintas ciudades del mundo.
En 1992 China se sumó al bloque, aunque colabora externamente y proporciona los medios para que los países del Sur puedan articular sus intereses económicos.
El G77 y China mantiene su nombre por cuestiones históricas, pero cuenta actualmente con 134 miembros, convirtiéndolo en el mecanismo concertado más grande y diverso en el ámbito multilateral. Sus integrantes representan dos tercios de los miembros del sistema de las Naciones Unidas y el 80 por ciento de la población mundial.
Otra de las tareas del G77 y China es ser un contrapeso del G7, que agrupa a Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Canadá. Estos siete países representan al 10 por ciento de la población y controlan más del 46 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Al contar con 134 miembros, el G77 y China ha logrado impulsar los intereses comerciales y económicos de países en desarrollo frente a los de las naciones más ricas. La organización multilateral cuenta con una amplia mayoría en la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo que le otorga un gran potencial negociador.
La presidencia del grupo gira sobre una base regional entre África, Asia y América Latina y el Caribe y cada año le corresponde a una región distinta. El país que ocupe el cargo tiene la obligación de velar por los intereses de todos los integrantes y coordinar las reuniones.
La Cumbre del Sur es el máximo órgano de decisión del Grupo de los 77. La capital cubana celebró la primera en abril del 2000 y cinco años después Doha, Qatar fue sede de la segunda. De acuerdo con el principio de rotación geográfica la tercera Cumbre del Sur se celebrará en África.
En enero de 2023 Cuba asumió la presidencia y en junio convocó a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G77 y China bajo el tema “Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”, a celebrarse en La Habana los días 15 y 16 de septiembre.
El exsecretario general adjunto de las Naciones Unidas Awni Benham calificó, en 2014, al G77 y China como un ente heterogéneo que logró (para mayor frustración de sus interlocutores) superar los prejuicios de civilizaciones e ideologías políticas opuestas para colaborar entre si y forjar un consenso acerca de complejas cuestiones económicas que repercutían la vida cotidiana de sus ciudadanos.
A su vez el exsecretario general de la Naciones Unida Boutros Boutros-Ghali se refirió al G77 como una organización de capital importancia en la democratización de las relaciones internacionales.
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