Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional para América Latina y el Caribe de la FAO, señaló durante su intervención en la clausura del magno evento, que sesiona desde el viernes en la capital cubana, que al ritmo actual Naciones Unidas no alcanzará lo establecido en los objetivos y metas de desarrollo sostenible.
“Nos estamos quedando atrás en nuestros esfuerzos para poner fin al hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición para el 2030”, aseveró Lubetkin, quien transmitió un saludo del director general de la FAO, Qu Dongyu, quien también participó en esta Cumbre.
El subdirector general significó que el Grupo de los 77 y China sigue desarrollando un papel fundamental para garantizar que la voz de los países en desarrollo permanezca a la vanguardia de los procesos de la gobernanza global, así como para que se brinde un apoyo coherente y cohesivo a quienes más lo necesitan.
“La cooperación Sur-Sur triangular, así como las alianzas efectivas con todas las partes interesadas siguen siendo la clave para superar los desafíos del desarrollo, mientras la ciencia, la tecnología y la innovación, tienen el poder de desbloquear nuestro gran potencial colectivo”, añadió.
El alto funcionario recordó que “a nivel mundial 783 millones de personas padecen hambre en 2022 y más de tres mil 100 millones de personas no podían permitirse una dieta saludable”, según datos de 2022.
Mientras, los sistemas alimentarios están bajo una terrible presión para producir más, en interés de satisfacer la creciente demanda de alimentos.
Se refirió a que los impactos de las crisis climáticas, como sequías e inundaciones, están afectando severamente a la agricultura y la seguridad alimentaria.
En el actual escenario es necesario transformar urgentemente los sistemas agroalimentarios “para que sean más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles”, planteó y destacó el papel que en tal sentido juega la implementación de tecnologías innovadoras.
Sin embargo, aunque la ciencia y la innovación cambian las reglas del juego, el conocimiento por sí solo no impulsa el cambio, afirmó, y apuntó que “la gobernanza transformadora y el reforzamiento de la relación entre la ciencia, la política y la sociedad son fundamentales para este éxito”
La FAO está realizando inversiones considerables en ciencia, tecnología e innovación para realizar transformaciones efectivas en los sistemas agroalimentarios mundiales, pues estas “pueden ser un poderoso motor para acabar con el hambre y la malnutrición”, aseveró Lubetkin.
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