Durante su intervención en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 77 (G77) y China, la gobernante manifestó que el cerco económico, comercial y financiero impuesto por Washington hace más de seis décadas, es el mayor bloqueo genocida de la humanidad.
Instó a las naciones miembros del G77 a rechazar y no cumplir con medidas coercitivas contra países miembros del mecanismo, al tiempo que denunció de manera enérgica las sanciones contra Nicaragua y Venezuela.
En su discurso, la mandataria reconoció a su par anfitrión, Miguel Díaz-Canel, por continuar con el legado del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, Raúl Castro y otros dignatarios de la comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.
En ese sentido, la primera mujer presidenta de Honduras destacó la resistencia ante el sistemático ataque neoliberal, además de mantener incólume la voluntad de hacer crecer la integración regional.
Por otro lado, la jefa de Estado se refirió a las acciones que implementa el Ejecutivo hondureño tras 12 años de administraciones neoliberales, época en la cual creció una élite corrupta convirtiendo al país centroamericano en un narcoestado y un paraíso fiscal que endeudó y empobreció al pueblo.
“Mi sueño es ayudar a construir la patria grande de José Martí, Simón Bolívar, y Francisco Morazán”, expresó la dignataria en la cita que concluye este sábado y reúne a representante de más de un centenar de países pertenecientes al G77.
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