La sorprendente historia de esta ave que interpretaba la música de Wolfgang Amadeus se menciona por primera vez en una nota hecha en su libro de contabilidad cuando lo compró el 27 de mayo de 1784, detalló el sitio libros y literaturas.
El músico vio al pájaro en una tienda de esta capital y lo encontró cantando una “versión improvisada” de su “Concierto para piano n° 17 en sol mayor”, partitura que acababa de componer y solo conocía su autor.
Cuando percibió en aquel ser un espíritu afín a su obra lo compró y se lo llevó a casa, viviendo el estornino -al que bautizó como Star- y Mozart durante tres años, narró la página digital.
La criatura influyó en la creación del artista sirviéndole de compañero, distracción, consuelo y musa, aunque, dos siglos después se comprobó que estas aves son vilipendiadas por ser una especie invasiva, las cuales diezman los cultivos.
Según explicó la ornitóloga norteamericana Lyanda Lynn Haupt en una reciente publicación en la editorial capitanswing.com, su historia narra hechos desde la relación de ella con un estornino que también tuvo a partir de la analogía mantenida por Mozart con su pájaro cantor.
La causa de que esta experta en aves se hiciera de una igual a la del músico fue estudiarla sobre la base de su comportamiento natural y por qué son tan ensordecedoras cuando se ven atrapadas, señaló la ornitóloga.
El libro de la doctora prueba que, al menos, de forma individual, son aves fascinantes capaces de imitar melodías, incluso, la voz humana.
La investigadora agregó que la sincronización entre su canto y la partitura no se hubieran dado de no ser porque la música de Mozart es imitación de la misma naturaleza.
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