Sucesor en el trono desde septiembre del año pasado de su madre, la reina Elizabeth II, el soberano tenía previsto en marzo viajar a suelo galo, en su primera visita oficial al exterior, pero las protestas de entonces contra la reforma de la jubilación obligaron a posponerla.
El programa del monarca y la reina consorte Camila incluye la presencia en los emblemáticos Campos Elíseo, un discurso en el Senado y una cena en el Palacio de Versalles, además de las conversaciones con el mandatario anfitrión.
Durante su estancia, Charles III estará también en la ciudad de Saint-Denis, muy cerca de París, para abordar el tema del deporte y acudirá a la sureña urbe de Burdeos con cuestiones medioambientales en la agenda.
La visita señalada hasta el viernes cuenta con muchos simbolismos, en particular mostrar un mensaje de reforzamiento de las relaciones franco-británicas, que tuvieron momentos muy tensos en asuntos migratorios y de la pesca post-Brexit antes de la elección de Rishi Sunak como primer ministro.
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