Las cifras actuales se acercan a las registradas en el apogeo de la Guerra Fría, cuando el 60 por ciento de los ciudadanos indicó que tener sus propias armas nucleares hacía de Gran Bretaña un lugar más seguro para vivir, afirmó la fuente.
Sin embargo, en 1994, pocos años después del fin de la Guerra Fría, esta cifra cayó al 45 por ciento.
Al mismo tiempo, el 42 por ciento de los británicos apoya el aumento del gasto en defensa, mientras que en 1990 solo el ocho por ciento de los británicos apoyaba tal idea, señaló NatCen.
Expertos de la Federación de Científicos Estadounidenses a finales del pasado agosto informaron que Washington tramaba planes para desplegar armas nucleares en el Reino Unido.
Según ellos, Estados Unidos destinaba dinero a la reactivación de almacenes, así como la construcción de cuarteles para el personal.
Está previsto que las obras comiencen en junio de 2024 y finalicen en febrero de 2026.
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