Después de oficializar a principios de semana 20 nombres de las plantillas originales con las cuales clasificaron al torneo, los seis mentores completaron sus nóminas con una docena de atletas escogidos en programa televisivo, transmitido en vivo el jueves por la noche por el canal Tele Rebelde, especializado en deportes.
De manera simultánea a las elecciones de los blindajes subía de tono la polémica popular, sobre todo en redes sociales digitales, donde el tema acapara aun titulares entre los seguidores del pasatiempo nacional cubano.
Los criterios van desde la conformidad o no con los pedidos de sus equipos de preferencia hasta si la cifra exigida por los organizadores del certamen podría revaluarse, pues varias de las últimas solicitudes tienen igual o menos calidad que los dejados en el corte inicial de las plantillas.
A priori todos los elencos consiguieron reforzar las áreas con mayores debilidades en el pasado campeonato nacional, ganado por el conjunto de Las Tunas. Sin embargo, la competencia demostrará en realidad los aciertos de cada estrategia.
Los tuneros llamaron a filas a jugadores que en ediciones anteriores habían vestido el traje de los Leñadores, entre ellos los lanzadores Yadián Martínez, recién llegado de la Liga Intercondado de Ontario, Canadá; y Dariel Góngora, ambos coronados con ellos en 2019.
Además convocaron a varios jugadores de la vecina provincia de Granma, con los cuales integraron el elenco campeón de la pasada LEBC, lo que garantiza sinergia en la dinámica grupal, un elemento clave en deportes de equipo.
Los muy mediáticos Cocodrilos de Matanzas blindaron su escuadra con el ex Grandes Ligas Rusney Castillo, quien regresa al béisbol cubano luego de su tránsito de tres temporadas (2014-2016) por la Gran Carpa estadounidense con los Medias Rojas de Boston y varios años más en ligas menores y circuitos profesionales asiáticos y del Caribe.
Castillo había jugado en Cuba con los Tigres de Ciego de Ávila durante cinco campañas, en las cuales promedió .319 con slugging de .516 y conectó 51 jonrones, antes de probarse en el béisbol rentado.
Junto a ese fichaje de lujo pidieron al muy ofensivo veterano Yordanis Samón, dos receptores y robustecieron el staff de pícheres. Su nómina muestra integralidad y linaje para discutir el campeonato.
Los Leones de Industriales se decantaron por lanzadores de recorrido como Freddy Asiel Álvarez y Vladimir García, dotaron de versatilidad su posible lineup con Raico Santos y Luis Vicente Mateo, al tiempo que escogieron al talentoso Pedro Pablo Revilla, joven de poder con experiencia en las granjas del béisbol profesional japonés.
Artemisa, Santiago de Cuba y Sancti Spíritus también lograron apuntalar sus conjuntos con adquisiciones que combinan experiencia y juventud, y en no pocos casos primó la cercanía geográfica de los elegidos para asegurar una mejor adaptación.
En total se pidieron 36 lanzadores, 19 jugadores de cuadro, 12 jardineros y cinco receptores.
El torneo élite cubano debe comenzar el 7 de noviembre próximo y el calendario de la fase preliminar se extenderá hasta finales de diciembre. En enero los cuatro equipos mejor ubicados en la tabla de posiciones jugarán la postemporada.
Hasta que se cante la voz de play ball es probable que haya ajustes en las nóminas, pues se mantiene abierto el mercado de fichajes en los circuitos invernales de la región centroamericana.
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