La escuadra caribeña subió al trono en los 67 y los 97 kilogramos de la lucha grecorromana, gracias al desempeño de Luis Orta y Gabriel Rosillo, quienes superaron a los mejores exponentes del planeta en la especialidad.
Orta venció en la final al campeón europeo Hasrat Jafarov, de Azerbaiyán, y antes, en rondas previas, había superado al monarca mundial serbio Mate Nemes, entre otros atletas de primer orden que buscaban a toda costa su boleto olímpico a París 2024.
Rosillo, por su parte, aniquiló en la batalla por la corona al armenio Artur Aleksanyan, campeón olímpico en 2016 (y segundo lugar en Tokio 2020), cuatro veces titular mundial y en seis ocasiones rey de Europa, un absoluto fuera de serie.
La cosecha cubana se completó con el bronce de Oscar Pino en la división de 130 kilogramos, también del estilo greco.
Lo más trascendental del éxito de Pino fue que aseguró la plaza para Cuba en esa categoría, la cual será defendida en París 2024 por el legendario Mijaín López, quien buscará su quinto título olímpico, algo de otra galaxia en este deporte (de hecho, él es el único luchador con cuatro metales de oro en citas estivales).
Este Mundial de Luchas tuvo en Japón a su gran dominador, con seis preseas de oro, tres de plata e igual cantidad de bronce.
Detrás de los nipones, en el top-10 de la tabla de posiciones por países, se ubicaron Estados Unidos (4-3-7) -líder por puntos, Kirguistán (3-1-1), Azerbaiyán (2-5-0), Irán (2-3-4), Rusia (2-2-2), Turquía (2-1-4), Cuba (2-0-1), Georgia (1-3-2), Hungría (1-2-0) y Serbia (1-0-4).
Las otras naciones de América Latina y el Caribe que alcanzaron al menos una medalla fueron Puerto Rico (0-1-0), Ecuador (0-0-1) y Colombia (0-0-1).
Este Mundial de Luchas se disputó en Belgrado del 16 al 24 de septiembre y repartió un total de 90 boletos para los Juegos Olímpicos de París 2024.
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