En un comunicado, la Asociación de Cubanos Residentes en Bélgica atribuyó la acción, que genera condena internacional, a la impotencia de los sectores anticubanos que en suelo estadounidense fracasan en su intento de acallar las voces de quienes reclaman el fin del bloqueo a la nación antillana y su exclusión de la unilateral lista de países patrocinadores del terrorismo.
Enmarcó la agresión perpetrada por un individuo con dos cocteles Molotov en el malestar por el exitoso viaje del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a Nueva York, donde cumplió una intensa agenda en el contexto del segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.
La organización destacó, en particular, los encuentros del mandatario con cubanos que viven en Estados Unidos, los cuales calificó de actos de amor, solidaridad y unidad.
Por su parte, la Coordinadora de Solidaridad Latinoamericana en Bélgica convocó a denunciar un hecho vil y cobarde.
En su declaración, afirmó que Washington tiene una gran responsabilidad por permitir que grupos terroristas operen en suelo norteño y por no proteger lo suficiente a la embajada de la isla.
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