En un acto celebrado en la cancillería de la isla, estudiantes del Instituto Superior de Relaciones Internacionales y trabajadores del centro manifestaron su rechazo hacia el acto violento perpetrado en la sede diplomática.
De igual forma, la Unión de Jóvenes Comunistas de la isla condenó el ataque en la red social X, antes Twitter, y resaltó las muestras de solidaridad que recibió Cuba desde varias partes del mundo.
La agrupación juvenil denunció que los grupos anticubanos acuden al terrorismo ante la bancarrota moral de su odio contra la isla y la impunidad que creen disfrutar. “No pueden aguantar nuestras victorias y menos que nuestro pequeño caimán sea referencia para otras naciones del mundo”.
En tanto, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana calificó de indignante la agresión contra la sede diplomática y afirmó que existe complicidad entre “terroristas que permiten el acto y quien lo ejecuta”.
En horas de la noche del 24 de septiembre, se produjo un ataque terrorista contra las instalaciones de la embajada de Cuba en Estados Unidos, cuando un individuo lanzó desde la acera dos cocteles Molotov sobre la cerca perimetral de la instalación, los que impactaron en la pared frontal de esa misión diplomática.
El ataque no provocó daños al personal que se encontraba en la sede y a solicitud de la misión diplomática cubana, oficiales del Servicio Secreto estadounidense se presentaron en la embajada y tuvieron acceso a sus instalaciones para constatar la acción violenta perpetrada.
Al denunciar el ataque la víspera, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó que fue este un acto de violencia y de impotencia que pudo costar valiosas vidas, y reclamó acciones de parte de las autoridades norteamericanas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores también condenó el acto terrorista e instó a Estados Unidos a cumplir con lo estipulado en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Advirtió sobre el mensaje que se traslada respecto a la actitud del gobierno estadounidense frente a amenazas de este tipo contra la sede diplomática cubana, así como contra las de otros países en la ciudad de Washington.
Alertó, además, ante el uso con dobles raseros del supuesto compromiso del gobierno estadounidense contra el terrorismo.
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