El tributo fue rendido por Maúrtua, presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional, con motivo de cumplirse en la fecha 63 años de la partida de quien fue también destacado historiador.
Destacó con tal motivo su lucidez profesional «y su aporte al mundo del derecho y la diplomacia”.
“Su contribución a la formulación del principio de no injerencia en asuntos internos así como a la política de no aislacionismo y solidaridad entre los gobiernos latinoamericanos es un legado que perdura hasta la fecha en la proyección internacional del Perú y la región”, agregó.
Porras desacató en enero de 1960 las instrucciones del gobierno de entonces, del conservador Manuel Prado, al oponerse a la decisión, propiciada por Estados Unidos, de excluir a Cuba de la OEA, posición que sustentó en un memorable alegato.
Tras su retorno a Perú, el aquí considerado “Canciller de la Dignidad» renunció al cargo, fue sumido en el ostracismo, falleció el 27 de septiembre de 1960 y es una de las figuras emblemáticas de la diplomacia peruana.
El gobierno oligárquico de Prado rompió posteriormente relaciones diplomáticas con Cuba, vínculos que se restablecieron en julio de 1972.
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