De acuerdo con el ente, los datos obtenidos indican que una parte sustancial de la juventud europea enfrenta condiciones socioeconómicas desafiantes.
En comparación con 2021 hubo un ligero aumento de 0,3 por ciento en la proporción de niños en riesgo de pobreza o exclusión social.
A nivel nacional, el informe identifica sorprendentes disparidades entre los estados miembros de la Unión Europea.
Rumania ocupó el primer lugar, con un asombroso 41,5 por ciento, Bulgaria le siguió de cerca con un 33,9 y España se ubicó a continuación con un 32,2.
Estas cifras subrayan los graves desafíos a los que se enfrentan estos países en términos de bienestar infantil e inclusión social.
Se considera que las personas con ingresos iguales o inferiores al 60 por ciento del promedio de un país están en riesgo de pobreza.
Para la exclusión social, las estadísticas europeas tienen en cuenta la condición de no tener los medios económicos para satisfacer ciertas necesidades básicas como una calefacción adecuada en el hogar o disfrutar de vacaciones.
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