Isidoro Hernández, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio, confirmó a Prensa Latina que se plantarán unas dos mil hectáreas, la mayoría de la variedad de sol en palo (tabaco negro) y 260 del tapado con vistas a aportar al beneficio de la producción de cigarrillos para la exportación.
Explicó que en la última década esta especialidad mantiene un constante crecimiento y para la venidera campaña 116 productores están comprometidos a entregar más de 300 toneladas de tabaco para capas.
Además destacó avances en el desarrollo de los canteros con el propósito de iniciar la siembra en la segunda quincena de octubre y completarla en los meses de noviembre y diciembre, periodo considerado óptimo para lograr altos rendimientos.
Para ello, alertó Hernández, es indispensable cumplir en tiempo con las actividades requeridas en el desarrollo de la cosecha, así como la llegada de los insumos previstos, determinantes para elevar los rendimientos agrícolas.
Comentó que en las últimas campañas los resultados productivos estuvieron por debajo de lo previsto, principalmente por las limitaciones provocadas a la economía por el injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba.
Reconoció que los cosecheros a pesar de carecer en tiempo de los productos requeridos acuden a métodos tradicionales para garantizar la salud de las vegas. Sancti Spíritus, aun cuando los resultados mermaron en los últimos años, se ha mantenido como uno de los grandes productores de la hoja a nivel nacional.
La cosecha tabacalera en los municipios de Cabaiguán y Taguasco tiene una importante herencia de la emigración canaria desde los primeros años del siglo XX.
En sus fértiles tierras se continúa sembrando tabaco de altísima calidad, el segundo mejor del mundo, muy codiciado en el mercado internacional, por lo que el cultivo y fabricación del mismo, constituyó el renglón económico principal del territorio.
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