Una exposición que dejará indiferente a pocos, porque sus cuadros deslumbran y se vale de espacios para llenarlos de energías, en las figuras o en los detalles, como explicó en exclusiva con Prensa Latina durante la inauguración hoy de la muestra en la ciudad de Miguel de Cervantes.
Las influencias de Francisco de Goya en su etapa negra, de Carlos Enriquez y del cine en su rejuego entre El silencio de los corderos y La Matrix, junto con los espíritus de los antepasados, la Misa Negra y los elementos de la cultura orisha y cristiana.
El reflejo espléndido en sus pinturas a gran escala que se exhiben desde este jueves en la Casa de la Entrevista de Alcalá de Henares, ciudad Patrimonio de la Humanidad, donde el sello de Cervantes, el arte en general y la historia la convierten en un hervidero de visitantes.
“Recibimos en Alcalá de Henares la obra de Andrés Puig y con ella un soplo de aire de tierras diversas y de diversos colores, bien modelados y mezclados para recrearnos la mirada”, destacó Judith Piquet, alcaldesa de la ciudad.
Memoria y tradición, diálogo y mestizaje forman parte de las señas de identidad de este artista, uno de los grandes creadores de las artes plásticas iberoamericanas del presente, a caballo entre Cuba y España, añadió Piquet.
Por su parte, el embajador de Cuba en España, Marcelino Medina, agradeció al Ayuntamiento de esta urbe por favorecer el intercambio cultural entre los dos países con la exposición Acervo sincrético de Puig.
“Cuba, isla caribeña, tiene en su identidad profundas raíces multiculturales que datan desde los aborígenes (…) la posterior presencia española, africana y, aunque en menor medida, también china, francesa, entre otras”, comentó Medina.
El diplomático resaltó que reconocidos pintores cubanos como Wifredo Lam, René Portocarrero, Manuel Mendive o Belkis Alayón encontraron en diversas fuentes de raíz africana el punto de partida de sus creaciones.
“Esta exposición, al enmarcarse en la jornada por la Cultura Nacional de Cuba, muestra con orgullo nuestras raíces y tradiciones mestizas que, con el paso del tiempo, aportaron significativamente a la formación del etno-nación (…)”, reflexionó Medina.
Hernando de Orellana-Pizarro, presidente de la Fundación Obra Pía de los Pizarro, se refirió a la cosmovisión mágico-ancestral de Andrés Puig, su resistencia en no perder la narrativa sincrética con una dialéctica heredada de las culturas precolombinas y africanas.
“(…) Puig recurre a la interdisciplinariedad y la experimentación (…) busca con la línea marcar la forma, con el color la luz y a través de todos ellos, desarrolla su investigación y quehacer artístico”, analizó Orellana-Pizarro.
Todo nace en el espacio, que nunca es el vacío, repite el artista natural de Las Tunas, Cuba, reverenciado entre otras, por su serie Serengueti, la llanura interminable, describió la crítica de arte Julia Sáez.
Buscando la esperanza, Augurías, Ingenioso Hidalgo, Descendimientos, El silencio de los corderos, Guerra de tronos y Epoca de espanto son algunas de sus obras en exposición aquí.
Indira Groero, segundo jefe de la misión diplomática, y el consejero Cultural de Cuba, Ernesto Valdés, tomaron parte en la actividad.
mem/ft
