Marco Papacci, presidente de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), señaló en declaraciones a Prensa Latina, que la puesta en escena de esta obra, protagonizada por cuatro jóvenes actores, está enmarcada en la Jornada de la Cultura Cubana, que se celebra del 10 al 20 de octubre de cada año.
Fue promovida por el Círculo de Roma de esa agrupación y su coordinadora, Patrizia Petriaggio, con el apoyo de las autoridades del Municipio VII de la capital italiana, en particular de su asesor cultural, Ricardo Sbordoni, quien ha respaldado diversas acciones dirigidas a fortalecer los lazos entre los pueblos de ambas naciones.
En la actividad participaron los embajadores de Cuba ante Italia y la Santa Sede, Mirta Granda y René Mujica, respectivamente, así como numeroso público, incluyendo una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado, miembros de la comunidad de nacionales de la isla residentes en este país e integrantes de grupos de solidaridad.
Damiano Viggiano, Salvatore Ricci, Dalila Aprile y Giorgia Lunghi, egresados de la Escuela Internacional de Teatro y con una larga trayectoria en las tablas, lograron escenificar de una manera poética, cargada simbolismos, la historia de la Revolución Cubana y de las agresiones de Estados Unidos para tratar de destruirla.
Esta pieza teatral, dirigida por Viggiano, quien escribió la misma de conjunto con Ricci refleja, a través de la historia de una familia cubana, el triunfo de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra contra la dictadura batistiana, y el avance del proceso revolucionario.
En un escenario donde se alternan fragmentos de entrevistas y discursos del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, con imágenes de importantes momentos, como la derrota de la invasión mercenaria por Playa Girón y la crisis de Octubre, se refleja la construcción por ese pueblo de una sociedad de nuevo tipo, más justa.
Se abordan las consecuencias del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y como, en medio de las dificultades que enfrenta como consecuencia del mismo, ese pueblo ha dado siempre su ayuda solidaria a otras naciones del mundo.
Como parte de la trama, un joven médico cubano marcha a Italia en 2020 integrando una brigada de especialistas que ayudaron a enfrentar la pandemia de la Covid-19 en este país, donde conoce a una doctora italiana, quien logra entender a través del mismo la historia de la isla y el profundo humanismo de su Revolución.
Se reencuentran en Cuba, donde la joven galena viaja para prestar su colaboración al proceso revolucionario, y la obra finaliza con imágenes de la aprobación, como cada año desde hace tres décadas, de la condena al bloqueo en la Asamblea General de Naciones Unidas, con la excepción de solo dos países, Estados Unidos e Israel.
En la presentación de esta pieza teatral, Petriaggio se refirió a que la misma permite una mejor comprensión de las características y consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto ilegítimamente a Cuba desde hace más de 60 años.
En palabras a Prensa Latina, Sbordoni expresó que “para nosotros Cuba es un símbolo de la lucha universal en defensa del derecho soberano de los pueblos de alcanzar la justicia”, por lo que se desarrollan iniciativas en apoyo a ese país, como esta obra teatral, de conjunto con la Anaic y otras entidades.
“La promoción de esa solidaridad es una tarea muy importante”, porque “la defensa de Cuba es la defensa de la humanidad”, agregó el funcionario.
mem/ort
