La primera bailarina y líder del BNC afirmó que es un honor y la llena de felicidad el estar presente en un momento tan histórico para la compañía, en el que todos se ponen a repasar cuánto ha sucedido en estas décadas, primero bajo la dirección del maestro Fernando Alonso, luego Alicia Alonso y ahora con su liderazgo.
Ratificó emocionada su gran compromiso para que esta Temporada de Jubileo, del 6 al 28 de octubre, se celebre por todo lo alto y resaltó que es este el momento ideal para decir: “aquí seguimos con ese legado para la escuela cubana de ballet”.
Valdés relató que es un tiempo de motivar a que todas las instituciones se unan a la celebración, y en la parte de las actuaciones se rescata en escena un repertorio que en mucho tiempo no se ha puesto.
También mencionó que es época de fortalecer relaciones con otros países en los que el BNC ha actuado y aún recuerdan las interpretaciones de Alicia Alonso.
La directora general de la prestigiosa agrupación resaltó que parte del respeto al legado de los fundadores es cuán importante sigue siendo mantener el alto nivel alcanzado, para que el Ballet Nacional continúe siendo una escuela uniformada, capaz y sólida.
Todo ello hace que me emocione en las palabras y espero todos disfruten este jubileo como lo voy a hacer yo, expresó Valdés.
Asimismo recordó que el nivel de exigencia también es parte del éxito, y sobre los ballets clásicos que el público verá en el escenario del Teatro Nacional de Cuba calificó fundamental el respeto de los estilos, ese en el que tanto insistía la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso.
Cuando se trata de interpretar una obra nueva, contemporánea, depende del coreógrafo; pero cuando se trata de obras afianzadas por Alicia y Fernando son joyas que hay que mantener y difundir para que sigan trascendiendo en la historia, significó Valdés.
Además subrayó que Alicia fue una gran intérprete de los grandes clásicos versionados por ella, “y nosotros hemos sido herederos de esa fortaleza técnica que concibió, su concepción teatral, la forma de hilvanar historias y los personajes por lo cual son tan famosas sus versiones”.
Estas obras se mantienen porque el nuevo intérprete está siempre aportando actualidad y su propia personalidad, lo que hace ver cada vez un clásico diferente y muy aclamado por el público tanto en Cuba como en el extranjero; tal es el caso de El lago de los cisnes, Gisselle, Carmen y muchos otros, significó la entrevistada.
Con respecto a las futuras generaciones de bailarines Valdés subrayó que la constancia y el esfuerzo son fundamentales para cimentar una carrera, y ello le permitirá alcanzar el éxito.
La directora general del BNC resaltó la iniciativa vigente en este contexto por los 75 años de la compañía de retomar el contacto más cercano con el público con presentaciones en centros de trabajo, escuelas, hospitales y otros sitios de Cuba.
Es muy importante tener a ese público que hoy es nuevo y no conoce esa tradición de la compañía, afirmó, porque muchas personas no han tenido como referencia a figuras como Alicia, a las Cuatro joyas, y muchas más, recordó la artista.
Además de ser una labor social y comunitaria, nos permite recuperar y ganar cada día ese público que va creando una curiosidad por el quehacer de los bailarines, y se puede preguntar cómo surgió y cuál es la historia del ballet.
Ello, resumió Valdés, permite que exista una compenetración tan grande -ya sea con niños, ancianos o adultos-, y una relación tan popular como siempre ha sido con el BNC a lo largo de la historia.
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