Ofrendas florales del líder de la Revolución cubana, Raúl Castro; y del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, se colocaron al pie del monumento en la plaza de Armas de esta capital para rendir homenaje a Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de las gestas independentistas, detalló el diario Granma.
Díaz-Canel, en su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), calificó el alzamiento en el ingenio La Demajagua, liderado por Céspedes, como el comienzo de 100 años de lucha de la revolución en Cuba, al tiempo que resaltó que en la isla solo ha habido una Revolución.
El presidente de Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, señaló en la misma red social que el país rinde tributo a la efeméride recordando que la Revolución iniciada en octubre de 1868 está “basada en los más nobles y justos principios y forjada en el heroico sacrificio de sus hijos, que la defienden hasta nuestros días”.
En la propia plataforma, el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, reafirmó que los cubanos fieles a su historia, continúan defendiendo ideales de independencia, libertad y justicia social que enarbolaron los primeros combatientes y se hicieron realidad el 1 de enero de 1959.
También señalaron la trascendencia de la fecha el primer ministro, Manuel Marrero; y el secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales, además de instituciones como los ministerios del Turismo y de Relaciones Exteriores, el Banco Central de Cuba, la embajada de Cuba en Bélgica y la Unión Europea, entre otras.
Hace 155 años el abogado y terrateniente Carlos Manuel de Céspedes, considerado en Cuba el Padre de la Patria, proclamó el comienzo de la primera guerra anticolonialista y por la independencia.
Su grito de guerra significó el primer paso hacia la abolición de la esclavitud en la isla cuándo, al repique de las campanas, declaró la libertad de su dotación de esclavos y alzó en armas a los cubanos junto a otros patriotas del oriente de Cuba.
La lucha por la independencia iniciada en el oriente de Cuba prendió la llama de la insurrección armada, que en esa primera etapa duró 10 años; le siguieron la llamada Guerra Chiquita (1879-1880) y la Guerra de independencia (1895-1898), organizada por José Martí, el apóstol y Héroe Nacional de Cuba. La victoria de esta contienda libertaria fue frustrada por la intervención de Estados Unidos.
De ahí nació la semilla de la revolución que, el 1 de enero de 1959, con el triunfo revolucionario del Ejército Rebelde, encabezado por el líder histórico Fidel Castro; puso fin al más de medio siglo de neocolonialismo estadounidense sobre Cuba.
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