En entrevista exclusiva con la periodista Arleen Rodríguez, el mandatario cubano responsabilizó de ello a la política de bloqueo de sucesivos gobiernos estadounidenses contra la isla que dura ya más de seis décadas.
El cerco económico, la persecución financiera y la enorme campaña de desinformación y subversión promovida por la Casa Blanca complejizan mucho más la vida de los cubanos en medio del conflictivo escenario internacional, explicó el gobernante.
A pesar de la persistencia del bloqueo, en el primer semestre de 2019, la economía funcionaba con más holgura -recordó-, pero todo empezó a cambiar con la aplicación de más de 240 medidas coercitivas del gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021).
A pocos días de expirar el mandato de Trump, incluyó a Cuba en la espuria lista de países que, de acuerdo con su unilateral enfoque, patrocinan el terrorismo, lo que cortó todas las formas de financiamiento y acceso a recursos energéticos, comentó el mandatario.
Al argumentar la continuidad de esa política por el actual ocupante de la Casa Blanca, el presidente de Cuba resaltó la crueldad de su aplicación en medio de la pandemia de la Covid -19, cuyo efecto en la economía fueron devastadores.
En ese contexto destacó la proeza de los científicos, y el sistema de salud, junto al pueblo que fueron capaces de salvar vidas a partir de crear las vacunas, medicamentos y equipos médicos nacionales, ante la imposibilidad de acceder a estos en el mercado mundial.
Durante el diálogo con la periodista del espacio televisivo Mesa Redonda, Díaz-Canel se refirió a las complejidades de la economía nacional marcada por la carencia de divisas lo que impide la adquisición de materias primas para incentivar las industrias, producir medicamentos, renglones agrícolas e importar los alimentos necesarios.
Reconoció que, aunque algunas medidas económicas no han tenido el impacto deseado, no se puede atribuir la actual espiral inflacionaria a las decisiones adoptadas en la conocida como Tarea Ordenamiento, aplicada unos meses antes de iniciada la pandemia de la Covid-19.
El mundo vive una inflación con desestabilización de las economías y los mercados, lo que se hace más complejo por la confrontación entre Rusia y Ucrania, explicó el jefe de Estado.
Argumentó que la dirección del gobierno en la isla toma en consideración las opiniones de académicos, expertos y la población, y que se estudian las decisiones adoptadas para continuar corrigiendo desviaciones de la política económica.
Respecto al impacto en el escenario económico nacional de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), el presidente encomió el aporte que realizan en cuanto al suministro de bienes y servicios que hoy no puede asumir la empresa estatal socialista y el Gobierno.
Asimismo, ponderó los encadenamientos productivos que se generan entre las Mipymes y las formas de gestión estatal, lo que está concebido en la política económica y los documentos políticos rectores de la nación.
No obstante, el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba se mostró de acuerdo con las críticas de la población a muchos actores privados que venden a muy altos precios, lo que -aseguró- se ordenará y perfeccionará, estableciendo reglas más claras y precisas.
El sector privado y cooperativo tiene reconocimiento en Cuba y ello está avalado los últimos congresos del Partido Comunista de Cuba, “quienes están en las Mipymes no son enemigos ni están en contra de la Revolución, ni la quieren derrotar; ese es un anhelo del gobierno de los Estados Unidos que politiza el asunto”, apuntó.
Pese a las complejidades de la economía nacional es posible revertir los problemas y aplicar el concepto de resistencia creativa para lo cual existen potencialidades en el ahorro de recursos y el uso eficiente de las pocas divisas disponibles, aseveró el mandatario.
“Se pueden convertir los reveses en victoria, superar las adversidades y los retos, eso nos lo ha enseñado la historia de Cuba, Fidel Castro y Raúl Castro, porque este país no renuncia a hacer realidad sus sueños”, enfatizó.
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