Una televisora de alcance nacional reportó el fallecimiento de María del Carmen Pompa, de 45 años, natural de la ciudad de Bayamo, en el oriente de la ínsula caribeña, al parecer víctima de un suicidio.
La información añadió que Pompa vivía en Santa Cruz de la Sierra, capital de ese departamento, solo con una hija de 10 años, lo cual activó de inmediato a sus compatriotas de todo el territorio boliviano a través de las redes sociales.
Una internauta de apellido Cobos propuso un número de cuenta con un QR y la iniciativa de realizar depósitos voluntarios para financiar el importe del servicio correspondiente en una funeraria, lo cual se cumplió en 30 minutos.
Otro identificado como «un cubano simple», publicó en Internet un mensaje dirigido a todos sus compatriotas.
«Queridos hermanos y hermanas, lo que sucedió ayer en media hora demuestra el poder que tiene la unión y la solidaridad», expresa el escrito.
El texto incluye la petición «a cada uno de ustedes», de que reflexionen y piensen que este caso pudo evitarse si la persona hubiera pedido ayuda.
«Nuestra comunidad está compuesta por profesionales de todas las ramas, médicos, psicólogos, educadores, ingenieros y gente dispuesta a ayudar cuando se necesite», añade.
Nunca se sientan solos. No nos conocemos personalmente, pero si sienten que no pueden más pidan ayuda. Siempre habrá alguien dispuesto a ayudar, concluye el escrito.
Consultada al respecto por Prensa Latina, la expresidenta hasta el sábado último de la Asociación de Cubanos residentes en Bolivia Orietta Hernández, enfatizó en que la solidaridad es la cualidad fundamental de sus compatriotas en cualquier lugar que se encuentran.
Destacó como dos momentos importantes y muy ilustrativos el esfuerzo movilizativo desplegado en 2022 para enviar ayuda a la tierra natal durante los desastres ocurridos en el Hotel Saratoga, en La Habana, y en la Base Petrolera de Supertanqueros, en la occidental provincia de Matanzas.
ocs/jpm