Con el enfoque hacia lo más preciado de las tradiciones e idiosincrasia de la isla, el corredor comercial de la Calle Maceo del Centro Histórico, fue testigo del intercambio del público con un número de ofertas brindadas por negocios privados y estatales con servicios que fueron desde manualidades, hasta la gastronomía.
La iniciativa que surgió hace par de años y que cuenta a su vez en su génesis con la implementación de un circuito creativo en el área declarada por la Unesco, Patrimonio de la Ciudad, va dirigido a espacios físicos con potencialidades socioculturales.
Se incluyen en este programa proyectos especializados para la atención y desarrollo de los niños en manualidades y artesanía, como Carsueños y Manusaurios, este último con 15 años de fundado.
La escuela primaria Manuel Ascunce Domenech enrola a especialistas de este proyecto dedicado a infantes con discapacidad.
“Con el trabajo con materiales como el papel maché los ayudamos para que en un futuro ellos además de distraerse pueda ser útiles a la sociedad”, dijo a Prensa Latina la fundadora de Manusaurios, Bárbara Nápoles.
Además del carácter comercial, la Feria Arte Plaza se convierte en un espacio donde los amantes de la artesanía, así como el turismo de ciudad que visita la otrora Villa del Puerto Príncipe pueden disfrutar de ocio y entretenimiento.
En la actualidad, el mejor aprovechamiento de las riquezas culturales de la ciudad de Camagüey, fundada en 1514, es clave para el desarrollo turístico y por tanto económico del país.
Aparejado al proyecto de Industrias creativas Arte Plaza, la Oficina del Historiador incluye a su vez un circuito creativo en el área declarada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.
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