El gobierno decretó el 13 de octubre el nivel de “urgencia atentado”, tras el asesinato del profesor Dominique Bernard en la norteña ciudad de Arras durante un ataque con cuchillo de un individuo seguido por fundamentalismo islámico, acción que condujo al ejecutivo a considerar el peligro de la “importación” de la escalada del conflicto palestino-israelí.
La víspera, al comparecer en un programa de la emisora France Inter, el ministro de Transporte, Clément Beaune, señaló que desde el miércoles de la pasada semana aeropuertos franceses recibieron alrededor de 70 amenazas de bomba, que todas demostraron ser afortunadamente falsas.
Según el funcionario, como denominador común del origen de muchas de esas alertas se repitió un correo en Suiza.
Al menos una decena de las terminales aéreas concernidas tuvo que ser evacuada, provocando más de un centenar de cancelaciones de vuelo y retrasos en otros, una situación ante la cual Beaune llamó a la responsabilidad y a la cooperación con las autoridades.
De acuerdo con el canal BFM TV, están en curso 64 pesquisas por las amenazas de bomba en Francia, donde también sitios de alto interés social y turístico han sido blanco de tales hechos.
Centros docentes, el museo del Louvre y el Palacio de Versalles recibieron alertas de bomba, con la última de las citadas instalaciones evacuada ayer por séptima vez en ocho días. Hasta el momento, solo se conoce de la detención de una persona, identificada por su número telefónico, sospechoso de llamar al famoso palacio de las afuera de París, quien tiene prevista hoy una audiencia judicial en Versalles.
En cuanto al sector de la enseñanza, el ministro de Educación Nacional, Gabriel Attal, deploró el jueves que se vea igualmente amenazado, con 75 alertas lanzadas contra colegios y liceos solo ese día.
El titular mencionó en declaraciones al canal France 2 que hay menores de edad entre los responsables y consideró inaceptable que alguien bromee con este tema en el actual contexto.
Al respecto, adelantó la realización en los próximos días de audiencias con esos alumnos, así como de consecuencias por sus actos.
Para el caso de los adultos, las amenazas, de ser demostrada la culpabilidad, pudieran implicar hasta dos años de cárcel y 30 mil euros de multa, a partir de lo establecido en el Código Penal.
La víspera, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, estimó que la principal amenaza de terrorismo para el país viene de adentro, aunque llamó a no descartar los riesgos externos.
“Viene del interior, con gente auto-radicalizada que pasa a la acción”, subrayó al semanario Le Journal du Dimanche.
Darmanin consideró importante mantener la vigilancia, bajo el argumento de que no debe ignorarse lo que ocurre en el Levante y en Afganistán, donde las células terroristas se reconstituyen.
Sin embargo, precisó que de momento no existe una amenaza específica sobre el territorio francés.
De acuerdo con el ministro, la situación de la escalada del conflicto palestino-israelí representa un riesgo, por lo que insistió en definir como “muy fuerte” la amenaza interna.
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