El plan, impulsado por la ministra del Interior, Nancy Faeser, recibió luz verde del gabinete y, entre otras cosas, prevé la ampliación de la duración máxima de la detención a la espera de deportación, de 10 a 28 días.
También amplía los poderes de las autoridades y endurece las medidas contra los traficantes de personas.
La ley aún está pendiente de aprobación por el Bundestag (Parlamento).
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