En la continuación del disfrute de la banda sonora del filme dirigido por Jorge Luis Sánchez y protagonizado por Renny Arozarena, una degustación de mojitos y el cierre con una conga santiaguera cerró la noche con broche de oro.
Ante los embajadores, una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado, cineastas e integrantes del Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba en La Paz asistentes, la directora de la Cinemateca, Mela Márquez, agradeció la presencia de quienes colmaban la sala de proyecciones.
La encargada de Asuntos Culturales y Académicos de la embajada de Cuba, Ana María Suárez, resaltó los lauros aquilatados por esta producción cinematográfica consagrada a una faceta de la vida y la obra de Bartolomé Maximiliano Moré (Benny) (1919-1963).
Resaltó entre ellos la selección cubana a nominación de los Premios Oscar, y el Boccalino de la prensa especializada independiente a Arozarena en el 59 Festival de Locarno, Suiza, en 2006.
Por su parte, el embajador de Cuba en Bolivia, Danilo Sánchez, agradeció la colaboración y el esfuerzo del Grupo de Latinoamérica y del Caribe (Grulac Cultural) para garantizar una muestra de alta calidad como la de este año.
Enfatizó en que la proyección de El Benny aconteció en el contexto de la Jornada por el Día de la Cultura Cubana en conmemoración del aniversario 155 de la ocasión en que se cantó por primera vez el Himno Nacional, el 20 de octubre de 1868, en la ciudad oriental de Bayamo.
Resaltó Sánchez que Cuba posee una identidad eminentemente musical, en la cual esta expresión artística ocupa una posición preponderante, y eso se refleja en la película seleccionada.
El embajador provocó una ovación cuando se refirió al inicio de los vuelos directos semanales de Boliviana de Aviación este 26 de octubre desde el departamento de Santa Cruz hacia La Habana.
La película en la que Sánchez con maestría y énfasis en una zona de la vida del denominado Bárbaro del Ritmo reflejó cómo a través de la música y el Baile este artista natural hizo delirar a las multitudes, emocionó a los asistentes a la Cinemateca, en algunos casos hasta las lágrimas.
Al final, la música y la coctelería cubanas enlazó con su atractivo a decenas de personas de diversas nacionalidades.
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