El mayor impedimento para alcanzar el bienestar de los cubanos y acortar las brechas en torno a las metas de la Agenda 2030 es el cerco económico, comercial y financiero que Washington impone a la isla de manera unilateral, ilegítima y extraterritorial, por más de seis décadas, afirmó la diputada.
Durante su intervención en el debate general de la 147 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP), Mari significó que a esa política de agresión se suman 243 medidas coercitivas y la inclusión en la espuria lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Esto, acotó, impacta negativamente en las condiciones de la economía nacional, el progreso del país, y en la salud y el bienestar de la población.
“A pesar de ello, Cuba ha logrado avanzar en la implementación y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, subrayó la vicepresidenta del Parlamento, y ratificó la voluntad y capacidad de la isla de continuar cooperando con otras naciones.
En tal sentido mencionó que “los grandes problemas que enfrenta la Humanidad solo pueden resolverse por la vía de la cooperación y la solidaridad, no de la fuerza y la confrontación”.
Añadió que el derecho a vivir en paz y seguridad, con justicia y libertad, está actualmente amenazado por los efectos de las crisis globales multidimensionales e interconectadas, acrecentadas por la reciente pandemia; lo cual demanda de los Gobiernos mayor eficacia, entendimiento y unidad.
En ese escenario y como representante de los intereses y aspiraciones del pueblo cubano, ratificó el compromiso con la defensa del multilateralismo; el rechazo a todas las guerras, incluidas las no convencionales; los intentos de reimponer un orden internacional unipolar; y el saqueo de recursos naturales.
También condenó la imposición de medidas coercitivas unilaterales, las presiones de todo tipo y todas aquellas agresiones que quebrantan la paz y la estabilidad internacionales e irrespetan las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.
Sobre el ámbito de su país, comentó que el pueblo, a través de sus instituciones políticas y organizaciones de la sociedad civil, dentro del marco de sus disposiciones legales, participa en el ejercicio y control activo del Gobierno.
A esto se unen un permanente perfeccionamiento de su institucionalidad, mediante políticas, leyes y programas de naturaleza popular y participativa.
La parlamentaria igualmente dedicó palabras de afecto a Angola, sede de la reunión de la UIP, y hacia el continente africano.
“África es humanidad. Por las venas del pueblo de Cuba corre sangre africana y también en suelo africano hay sangre cubana. África forma parte de nuestra identidad y cultura. Por eso nos congratulamos de venir a Luanda y tomar parte en esta Asamblea”, remarcó.
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