La organización que agrupa a las casas de Amistad con Cuba de todo el Perú ratificó su posición de apoyo al país caribeño en un comunicado relacionado con el debate, por trigésima vez, del proyecto “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
El texto recuerda que la resolución, que empezará a debatirse mañana, ha recibido históricamente el respaldo casi unánime de los países miembros de la ONU, lo cual demuestra el reconocimiento a la causa cubana de terminar con el bloqueo norteamericano..
Denuncia también que esa política se ha intensificado desde 2019 hasta alcanzar “una dimensión cualitativamente más dañina e inhumana” y es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de cubanas y cubanos.
“Representa el sistema de medidas coercitivas unilaterales más injusto, severo y prolongado que se ha aplicado contra país alguno”, y es el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de Cuba, agrega.
“En el contexto de crisis global sanitaria, energética, alimentaria y ambiental, Cuba ha debido enfrentar, adicionalmente, el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo de Estados Unidos”, acota.
Señala que tal intensificación incluye medidas muy agresivas impuestas durante el gobierno de Donald Trump y que, en su gran mayoría, están vigentes.
Añade a ello que “La arbitraria e injustificada inclusión de Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado estadounidense sobre supuestos Estados Patrocinadores del Terrorismo es uno de los elementos de la estrategia norteamericana para aislar a Cuba y provocar su descalabro económico”.
El Movimiento de Solidaridad denuncia además el ataque a todas las fuentes de ingreso de Cuba, la intimidación y extorsión a terceros y el reforzamiento de las presiones a gobiernos, instituciones bancarias y empresarios de todo el mundo, son parte esencial de la estrategia de Washington contra Cuba.
Además, señala que el recrudecimiento del bloqueo ha estado acompañado de un incremento de la agresión política, mediática y comunicacional contra la isla, lo que conlleva un aumento inusual de operaciones de desinformación, financiadas por Estados Unidos.
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