El representante del país africano afirmó que esa política extraterritorial es un obstáculo a las relaciones amistosas entre los Estados y de la cooperación internacional en materia de desarrollo, seguridad y derechos humanos. A propósito del debate en la Asamblea General de la ONU que por trigésima primera ocasión votará mañana la propuesta de resolución elaborada por la nación caribeña sobre la necesidad de poner fin al cerco, advirtió sobre la ilegalidad de la medida mantenida por más de 60 años.
Esta última impide que la economía cubana aproveche su pleno potencial para alcanzar el crecimiento sostenible, subrayó.
Debido a esta medida coercitiva, el pueblo cubano sigue enfrentando dificultades económicas y retos humanitarios y el mundo no puede beneficiarse de los adelantos científicos cubanos y logros en muchos ámbitos, expresó el representante etíope.
“Los Estados sometidos a dichas medidas se encuentran en situación de desventaja en sus esfuerzos de superar retos entre los que se incluyen cambio climático, crisis socioeconómica, las pandemias y amenazas para la seguridad transnacionales”, agregó.
Consideró que, pese al admirable poder de resiliencia de Cuba, el embargo unilateral y las medidas coercitivas adicionales han cobrado un alto precio en el bienestar de su pueblo. Respaldó lo expresado por Uganda a nombre del Grupo de los 77 y China.
jcm/nmr