La alerta naranja, la segunda más alta en Francia, responde al riesgo de inundaciones, tormentas eléctricas, fuertes lluvias y olas, mientras tres departamentos continúan bajo la máxima vigilancia (roja) ante la amenaza de vientos huracanados.
En ese caso están los noroccidentales territorios de Finistère, Côtes d’Armor y Manche, donde se prevé en las próximas horas el impacto de rachas superiores a los 170 kilómetros por hora.
Autoridades como el ministro de Transporte, Clément Beaune, anunciaron medidas, entre estas la suspensión del tránsito de camiones de carga pesada mañana jueves en la región de Bretaña y el cierre de los aeropuertos de Brest y Quimper.
Por su parte, el titular del Interior, Gérald Darmanin, recomendó a los franceses residentes en los departamentos implicados a no salir de casa, con lo peor de la tormenta Ciaran esperado para esta madrugada.
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