En materia sanitaria este campo genera muchas experiencias, y estas van cambiando en el curso del tiempo, declaró Llanes a Prensa Latina en el contexto del III Congreso Nacional de Medicina Familiar que culmina hoy en el capitalino Palacio de Convenciones.
Muchos de los programas establecidos para garantizar la salud en la isla caribeña parten de esta base, pues a esta modalidad es a la que acuden primero los pacientes.
Somos nosotros los primeros en recibirlos, y hacerles el cuestionario y orientarles los análisis complementarios, explicó la doctora con 25 años de trabajo en esta área.
Luego, teniendo en cuenta los resultados del protocolo inicial, hacemos el diagnóstico y podemos sanarlos con el diapasón de conocimientos que poseemos, pero también remitirlos hacia la especialidad más conveniente para cuidar de su dolencia.
«Lo más importante en este campo es el trabajo preventivo y de promoción», sentenció la doctora.
La Medicina Familiar también contribuyó en la lucha contra la Covid-19 en Cuba y a los ensayos clínicos de las vacunas contra el virus SARS-CoV-2, destacó Llanes, que se desempeña en la policlínica Universitaria Mártires del Corynthia.
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