Como parte de un proyecto entre varios jóvenes, liderados por Wayland, la obra -expuesta en uno de los muros que conforman las instalaciones del lugar- muestra la diversidad marina en todo su esplendor, la riqueza debajo de los océanos y la vida en cada uno de esos ecosistemas.
La pintura también rinde tributo a la figura del gran escritor estadounidense Ernest Hemingway por lo que simboliza para la literatura universal y para Cuba el autor de una vasta producción novelística como “El viejo y el mar”, cuyas escenas principales fueron plasmadas en el mural.
En este proceso creativo participó un grupo de artistas pertenecientes al Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP) como pieza clave para llegar al producto final.
Los protagonistas bajo la mirada inspiradora de Wayland son Daniel Quirós, Yanet Frómeta y Luis Alberto Saldaña, quienes, según la presidenta en funciones del CNAP, Daneisy García, se sumaron de conjunto a la iniciativa que da paso a nuevas relaciones de unión entre pueblos hermanos.
Se escogió precisamente esta instalación por ser emblemática y rectora en el cuidado del hábitat de las especies marinas, apuntó García.
Colaboraron con el artista estadounidenses tres grandes muralistas de su país, quienes, a petición del artífice de esta obra, firmaron en la superficie artística.
En cuanto a Wayland, manifestó que su mural número 104 no tiene motivación política alguna.
Tengo amigos cubanos de allá y de aquí, este es el país donde quiero hacer mi mural y con él quería traer algo bueno al mundo, expresó.
El mundo entero debe reunirse para tener un océano limpio, y el arte es el primer paso, es la forma con la que podemos comunicar mejor, a través de la música, la historia y a través de los tiempos, señaló.
He sido un artista desde que tenía cuatro años de edad y fui inspirado por uno de los grandes biólogos y científicos marinos, Jacques Cousteau, quien me inculcó el amor para llevar este mensaje de conservación a todos, confesó.
Fotógrafo, escultor, muralista, pintor y, sobre todo, amante fiel de los océanos, Wayland se siente orgulloso de compartir sus ilusiones y sueños con compañeros cubanos, virtuosos que, como él, reparten amor por la vida.
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