Ante las nuevas formas de colonización cultural, el mandatario hizo un llamado a ayudar a conformar un pensamiento crítico diferente, defender la espiritualidad y no desgarrarnos, trabajar desde las comunidades hasta el nivel más alto.
Vamos a vacunar el orgullo de ser cubano desde la cultura, acotó Díaz-Canel.
Hay que romper con las plataformas que fracturan el sector cultural, existen estructuras financiadas para segmentar nuestra cultura y tenemos dos alternativas: o resistir creativamente como lo más digno y revolucionario, o rendirnos y perder nuestros valores con un pensamiento anexionista, y no es el objetivo nuestro, ni el de la entidad, apuntó.
Pero ese es el desafío, además, de cómo hacemos para impulsar lo mejor que tenemos de nuestra Revolución sin comprometer lo hecho, precisó.
El presidente cubano indicó que lo único que queda es trabajar, porque si no se hace como premisa fundamental nuestra labor no se pueden producir riquezas.
No lo vamos a lograr si no lo enfrentamos de esa manera, desde evaluar de una manera crítica, hasta los aportes que cada cual pueda brindar, señaló.
La sesión plenaria del IV Congreso de la AHS culminó con las palabras de la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, Aylín Álvarez, quien argumentó sobre la aplicación a la cultura de nuevas soluciones.
Tendremos siempre que volver a Fidel (Castro) con aquellas líneas a los intelectuales, nos asiste entonces la responsabilidad de enfrentarnos a estos problemas en estos nuevos tiempos, y con otros desafíos, enfatizó.
La guerra cultural es inminente, pero tenemos que organizarnos con actividades más proactivas, debemos educar y cultivar la camaradería, el respeto, abolir lo chabacano y lo de mal gusto, expresó.
Álvarez se refirió a la injusta agresión al pueblo palestino; no dejar que el fascismo crezca en la nación cubana fue otro acápite explicado por la funcionaria.
Tenemos un deber con las nuevas generaciones, escuchemos sus criterios, démosle participación en los procesos culturales para que los espacios de creación florezcan, expuso en sus palabras finales.
El reto es de todos y continúa vivo, y parafraseando a uno de los hermanos Saiz, la dirigente juvenil culminó: “No tenemos más que nuestras vidas y una obra inmensa que realizar”.
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